Contame cosas es una novela escrita por Laura Rosso. Surge como excusa para celebrar los 20 años de la Colectiva Feminista La Revuelta en Neuquén.
Y esa excusa se inscribe en una constelación de deseos. A la vez, en un continuum de publicaciones1 impulsadas por esta colectiva, que de manera sostenida despliega su activismo político en este sur del país. Un sur tan cruelmente tratado por la explotación petrolera, el extractivismo, la megaminería y los negocios inmobiliarios. Un sur tan empecinadamente habitado por hermanxs mapuces con quienes queremos construir “buen vivir”.
En la introducción de Contame cosas contamos que esta vez decidimos celebrar con una novela porque sí, porque queremos, por voluntad propia, por las insistencias en las que andamos. Que contiene un entramado feminista que se hace de genealogías vitales e íntimas en este aquí y ahora. Que puede ser vista y leída como un pretexto por el mero gusto de escuchar y escucharnos. Que ese mero gusto es político. Que aspira a que las vidas feministas aborteras y sus círculos energéticos cotidianos no sucumban a los olvidos. Que queremos acompañar y acompañarnos para imaginar otros posibles, más compasivos y amorosos.
Contamos que cuando nos movió el deseo de publicar una novela, la periodista y amiga Laura Rosso se nos presentó de inmediato nítida y vibrante, con ella ya habíamos transitado la escritura de Estamos para nosotras, publicado en el año 2019. Que aceptó sin dudar y desafiada nos dijo que sería su primera novela. Que se dispuso a la escritura durante el año de la pandemia que nos sacudió las existencias a nivel global. Que desde un hacer metódico apeló a que nos contemos cosas. Que desde allí enlazó presencias y andares. Que las tiñó de nuevas tonalidades, misterios, dignidades, detalles, sabores, maldiciones, conflictos, interferencias, recuerdos, porvenires, esperanzas.
Contamos que Nadia Fink y el equipo de Chirimbote se embarcaron -una vez más- en la aventura que les propusimos. Que la joven incansable María Reboredo ilustró y diseñó este libro objeto. Que cuidó cada una de las páginas entregadas por Laura. Que Sonia Tessa escribió gustosa el prólogo. Que en sus palabras sobre la novela señala cómo se entrelazan generaciones, tramas y luchas feministas que también hacen posible esta publicación literaria.
A lo largo de estos 20 años en La Revuelta apostamos a dotar de otras palabras los mundos en los que vivimos y los que a(r)manos desde impulsos transformadores. Que las palabras digan otras cosas. Que traigan el pasado dibujando otros contornos para la memoria que nos sostiene. Que armen otras relaciones. Que inscriban otras prácticas. Que denuncien las atrocidades que vale denunciar. Que se corran de los relatos lastimosos. Que describan las potencias conspirativas. Que anuncien promesas inacabadas e inciertas. Que con ellas sean posibles artefactos como Contame cosas.
Contame cosas como refugio para forjar otras sensibilidades en torno a los abortos y a quienes abortan.
Contame cosas como espacio donde vislumbrar las formas que toma el amor cuando se decide abortar y cuando se decide acompañar.
Contame cosas como lugar posible de justicia reparadora para cotidianeidades tan acalladas como son las experiencias vitales de abortar; justicia para quienes se atrevieron y para quienes no pudieron.
Contame cosas como despliegue para la experimentación de pedagogías de la escucha y de la acción directa colectiva.
Contame cosas como estimulación, como vértigo arriesgado, como abertura que se ensancha siempre con las presencias y las existencias de otras, otres y otros.
Contame cosas como espacio afectivo para seguir intentando otros compromisos con nuestras corporalidades y con la vida misma.
